Hace algunas semanas os dimos algunos consejos para ayudarte a elegir el mejor juguete para regalar y, hoy, nos hemos propuesto que Papá Noel y los Reyes Magos no se equivoquen con sus regalos estas Navidades. Y es que elegir juguete no tiene por qué ser difícil ni costoso. De hecho, aquí comprobarás cómo los juguetes baratos son una buena opción en la mayoría de los casos. ¿No lo crees? ¡Vamos a verlo!
El impulso de desechar los juguetes baratos
No dejarse llevar por el impulso es una de las primeras reglas para no fallar. Y con ello nos referimos a las modas, la publicidad, los caprichos pasajeros… Incluso el precio. A veces desechamos los juguetes baratos dejándonos llevar simplemente por una cifra. Por eso, más allá de su coste, piensa si lo elegido se ajusta a la personita que va a recibir el regalo. Esto nos lleva directamente al siguiente consejo.
Haz una lista
Para acertar es necesario conocer. Si queremos que el peque se ilusione con su regalo y juegue con ellos, hace falta que se adapte a sus gustos. Por ello es tan importante la observación. Papá Noel y los Reyes Magos nos miran durante todo el año para saber con qué nos divertimos más, con qué nos aburrimos, qué se nos da mejor, en qué fallamos… Hacer una lista con todos esos datos es muy útil. Lo siguiente será buscar los juguetes que hagan desarrollar esas destrezas o mejorar las debilidades.
Convertir al peque en protagonista
Papá Noel y los Reyes Magos lo tienen claro: el peque tiene que ser el protagonista de sus juegos. Con esta máxima, el regalo será un acierto seguro. Ya sean juguetes baratos o caros, grandes o pequeños, llamativos o no… la personita que lo recibe tiene que ser el que realice la acción. Esto le ayudará a jugar más y, además, potenciará su imaginación más que aquellos juguetes en los que se le da todo hecho.
Potenciar divirtiendo
Como hemos mencionado anteriormente, cada juguete potenciará o desarrollará un aspecto o habilidad del peque. La memoria y la atención, la imaginación y la creatividad, el razonamiento lógico, la motricidad y el lenguaje son algunas de las áreas que pueden potenciarse. Pero uno de los errores más comunes es buscar juguetes que potencien estas áreas sin tener en cuenta los gustos del peque. Por eso, aunque los fines sean educativos nunca debemos olvidar los intereses de quién recibe el juguete. Aunar ambas cosas nos llevará a la meta: divertir y entretener.
Evitar los excesos
Tener más no es sinónimo de ser más feliz. Al igual que comentábamos antes con los juguetes baratos o caros, cuando nos referimos a los regalos, hay cosas muchas más importantes. El exceso de juguetes disminuye la fantasía y puede llegar a producir aburrimiento. Los pequeños necesitan establecer relaciones afectivas con sus juguetes. Así surge la necesidad o la intención de jugar con ellos. Un exceso de juguetes desborda a los niños y minimiza su capacidad de elegir. Para evitarlo, lo mejor es dosificar los regalos.
