Sí. Has leído bien. Es posible freír sin aceite, aunque no nos resulte muy habitual. Hasta ahora, cuando queríamos optar por una dieta baja en grasas, el horno y la plancha se convertían en nuestros aliados. Sin embargo, la tecnología, en continuo avance, ha permitido crear electrodomésticos que fríen alimentos casi sin usar aceite.
Así, a los tradicionales beneficios de tener una dieta baja en grasas se han sumado otras ventajas que aportan estas nuevas herramientas. Hoy vamos a repasar en este post todo lo que ganarás al freír sin aceite.
Ahorro
En estos electrodomésticos, apenas necesitaremos una cucharada de aceite para freír nuestros alimentos, lo que permitirá un ahorro considerable en este ingrediente que repercutirá en nuestro bolsillo.
Alimentos menos aceitosos
Al usar menos aceite, degustaremos comidas menos grasientas y, por tanto, menos pesadas para nuestro paladar y digestión, transformándose por completo la experiencia de comer fritos.
Evitar olores
Uno de los “efectos secundarios” al usar la freidora convencional es la acumulación de olores en la cocina. Al freír sin aceite, evitamos los humos y el exceso de olores.
Limpieza
Olvídate de esas cestas con restos quemados y pegados, de ese aceite casi imposible de limpiar por mucho que refriegues. El mantenimiento de estas nuevas freidoras es mucho más cómodo y sencillo.
Seguridad
Gracias a la poca cantidad de aceite que necesitan, el riesgo de salpicaduras es mínimo, haciendo su uso más seguro. Además, son unos electrodomésticos muy fáciles de usar que te ayudarán a que tu día a día sea más sencillo.
En definitiva, gracias a estas nuevas freidoras sin aceite no tendrás que renunciar a croquetas, nuggets, patatas y otros fritos. Encontrarás diversos modelos en el mercado, aunque nosotros te recomendamos ésta de la marca San Ignacio. Tiene una capacidad de hasta 3 litros y la encontrarás por tan sólo 50 euros. Una razón más para comenzar a freír sin aceite tus alimentos.